Propósito

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8.13.2007

CUANDO ROMPEN LAS OLAS, un sueño hecho película.

Como espectadora y estudiante, bueno, sobretodo como estudiante uno queda muy sorprendido cuando ve a Ricardo Gabrielli haciendo el papel de Tomas en la película, no porque él desarrolle un personaje difícil, pero definitivamente sí porque quien lo ve, ese pelado que aparenta unos dieciocho a veinte años es el director de la película.

Esta película a través de una abuela enferma y un nieto que se las ingenia para hacerle realidad un sueño que no pudo cumplir ésta en su juventud, nos habla de la importancia de luchar por todas aquellas cosas que anhelamos, nos da a conocer que el país del narcotráfico (sin que mostrar estas temáticas no sea una manera de reflejar nuestra realidad social, por su puesto) también se encuentran personas que están dispuestas a ayudar a que otras tengan un momento de felicidad.

Como bien se dice una película es la mirada que un director hace acerca del mundo y las experiencias que lo rodean, preocupan o afectan, esta película es otra mirada, es un repaso de momentos fraternales y amables de la vida, es la posibilidad de ampliar el espectro y descubrir en el prisma otros colores más cálidos.

Cuando rompen las olas es un viaje por la costa colombiana, el emprende este buen nieto ala lado de sus abuela, su hermano mayor y una joven enfermera, con el fin de llegar al baile, ese sueño que la anciana no pudo cumplir.

Visualmente esta película tiene un trabajo muy interesante, los planos (planos medio y de conjunto) antes de emprender el viaje nos ofrece, por un lado, la singularidad de una familia que no es muy unida pero que deben hacerlo a la hora de visitar en el hospital a esta mujer mayor (la abuela, madre y suegra) que necesita el calor y el amor de su familia, y de otro lado la confianza y camaradería que se alcanza entre estas dos generaciones, abuela y nieto (esto con primeros planos). Cuando se emprende el viaje la dinámica visual cambia, el travelling dibuja en la pantalla los hermosos paisajes que se van encontrando a través del recorrido. La iluminación que antes era un juego sobretodo de sombras y poca luz mezclada con los colores fríos de un hospital, en el viaje se convierte en todo lo contrario, destellos de luz conjugados con colores calidos, y ardientes incluso, de bellos y verdes paisajes, puestas de sol que contrastan con el azul del mar. Definitivamente este cambio marca un sentido dentro del relato, es como si las imágenes hablaran y dijeran: mira, mientras exista algo que te mueva, algo que desees apasionadamente, no estás muerto. Los sueños son el motor de la vida y si no haces nada por alcanzarlos, estas muerto de antemano.

La película, por lo menos a mí me atrapó, yo al igual que aquellos cuatro personajes que se embarcaron en ese viaje, sufrí al sentir que en algún momento el sueño quedaría truncado de nuevo. Una historia simple y agradable a la vista, bien elaborada visualmente, sin embargo hay cosas que todavía me quedan el aire, sobretodo en lo que respecta al trabajo del guión y algunas representaciones actorales que fueron muy pobres; por ejemplo: “si usted no actúa a tiempo no la hubiéramos podido salvar” (o algo así), cuando el médico le dice esto a la joven enfermera congratulándola porque le dio dulce a la anciana para poder mermar su ataque de hipoglucemia., en partes como esta y otras mas que aparecen a lo largo de la película los diálogos me parecieron reforzados. AH, y en realidad nose como después de que les robaron tenían plata para pagar un hotel con piscina y todo, y lo del regalo del mecánico, nada mas y nada menos que un carrito, cortesía de la casa. En fin, hubo cosas que se resolvieron de una manera inverosímil dentro de las mismas acciones, pero bueno, ya quisiera yo cumplir mi sueño que también fue el sueño del director en algún momento, realizar mi primera película.
Verónica González.

1 comentario:

Jaime Hernando Hincapié López dijo...

Bueno, nena, al fin un comentario tuyo. Me alegra mucho que quieras compartir tu visión del cine con nosotros. Insisto que ustedes además de tener un conocimiento técnico bien elaborado, proyectan además una manera personal y delicada de mirar el cine. Repito: aprendo mucho.