Propósito

cinembargo es un blog para los que queremos aprender del cine desde el ver, el hablar, el escribir y el compartir ideas.

7.11.2007

Acta suspensa (o suspendida)

Acta negra del género detectivesco.
Memoria cinematográfica o bitácora: (escoja).


La luz ha permanecido apagada durante varias horas. Sólo se perciben unas sombras rayadas por la luz fuertemente contrastada que entra a través de una persiana. Es un piso 19 en el que no entra ni la mitad del ruido que hace afuera: arriba El Clan celebra su rito semanal; abajo el mundo improvisa una fuga sinfónica. Abajo es la rutina de todos los días; arriba es miércoles de luces y sombras. La reunión es secreta.

El sonido de una bisagra oxidada anuncia la llegada de más integrantes del Clan. La Máquina, una suerte de Linterna Mágica moderna pone a rodar sus mecanismos para que los rostros se proyecten en la pared. Cuando termine este ritual semanal, todos irán como ciudadanos corrientes a tomarse un café en un lugar público: conviene no levantar sospechas; incluso, simulan no encontrar mesa para sentarse. Pero todo está calculado: allá, en el principio de los tiempos, siempre habrá mesa.

En este lugar, En El Principio de los Tiempos, hay más luz, pero menos sombra, lo cual los incomoda un poco. Luego de discutir quién debía pagar la cuenta, la líder aceptó (nuevamente) aportar el dinero. La vemos sacar un billete de mediana denominación. Aquí están, los mismos seis de la semana anterior. Quisiera acercarme, pero prefiero permanecer lejos aunque deba adivinar sus diálogos.

-Qué tal si escogemos un director
-¿Cuáles se les ocurre?
-No sé, Altman, Allen, Rosellini, Fellini… ¡hay tantos!

Parecen estar hablando de directores de cine; pero para qué querrán estudiarlos; es más: qué es “estudiarlos”. Siendo como es ésta una organización con perfil criminal, no se debe uno confiar de las palabras que usen; podría tratarse de un código. Podría. Pero también podría no serlo.

-Yo creo que más bien se trata de saber para qué queremos estudiar un director.
-Es cierto, también podríamos mirar un estilo, un tema, un género.

Las voces se confunden en mi memoria: tan pronto como habla el individuo de gafas, responde la más joven de voz delgada; después, la chica más silenciosa, que en este momento veo de espaldas, lanza una pregunta como para sí misma; una pregunta que ella misma responderá luego.

-Bueno, y qué tal si estudiamos a Hitchcock.
-Hum… me encanta.
-También podríamos estudiar cine colombiano.
-Pero es que yo no sé qué es cine colombiano… pues… yo voy a la sala, y al final de la película salgo sin decir nada; como si no quisiera enterarme.

Esto último lo dijo la líder. Había estado un poco callada hoy. Pero luego de terminar su granizado de café parece volver a tener alientos.

-Recuerden que el tema, director, país, año, tema… son simples excusas para ver y escribir sobre el asunto.

Mientras escucho esto último, siento la terrible sensación de que esta voz es parecida a la mía; y no sólo su voz: su pensamiento también es similar al mío.

-Es cierto. Estudiemos entonces el suspenso. Como género. Y podemos tomar diferentes directores, películas, años, países; en fin: tenemos muchas posibilidades.

Aún no sé de qué hablan. Pero la voz que se parece a la mía (y a mi pensamiento) acaba de decir que es hora de tomar nuevamente café. Olvidé decir que Verónica ya se había ido. Han acordado escribir nuevamente sobre Casablanca (esta palabra es una clave secreta que pronto deberé descubrir); y que para la próxima van a ver un par de cortos que va a traer “Érika”. Unos minutos antes, el de gafitas y el de gorrita coincidieron en afirmar que ambas, Érika y Verónica, son (palabras) agudas; y que ambas son mujeres.

Yo sigo tratando averiguar cuál es el lenguaje secreto en el que habla este grupo.

4 comentarios:

Ángela María Gil dijo...

Gracias por hacernos reír y recordarnos para que nos vemos cada semana...

Erika Montoya dijo...

Me gustó mucho tu acta. Me gusta que haces de lo cotidiano algo especial.

Juan Sin Tierra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Sin Tierra dijo...

Vuelvo y digo que me ha gustado mucho tu bitácora de vuelo, pero yo no dije que Érika y Verónica eran agudas sino esdrújulas